miércoles, 21 de enero de 2009

Agresión, Familia y Poder Ecónomico


Dos fases distinguen la relación de poder del perverso en el seno familiar, la primera es la seducción y la segunda es la violencia solapada o manifiesta.
El perverso tiene una racionalidad narcisista que lo hace incapaz de considerar a los demás como seres humanos. Para él las personas son cosas o "bienes de uso" que aprovecha y descarta según el ritmo de sus necesidades.

Este trato también suele ser utilizado contra alguno de sus hijos "no predilectos", para con sus suegros u otros familiares. Nadie está exento todo depende de su objetivo mental.

Las palabras del perverso suelen ser imprecisas o contradictorias para generar confusión, de este modo desconcierta a la víctima. Otra astucia es tener aliados dentro del grupo familiar y así provocar celos y rivalidades, dividiendo y reinando mediante mentiras y rumores que herirán a la víctima sin que ésta pueda identificar de donde viene el ataque. La víctima siempre debe parecer responsable de todo lo que sucede y sus errores deben quedar expuestos ante todos.

La atormentada víctima cree que tratando con paciencia y demostrando su cariño el agresor cambiará, pero se equivoca, el agresor nunca cambiará. Una vez sometida la víctima, el perverso se siente cada vez más seguro de su poder, mientras que el agredido se encuentra cada vez con menos vitalidad, más inseguro y deprimido. Va perdiendo confianza ya que cada palabra que pronuncia, cada forma de vestir o de actuar es pensada y masticada antes, para no recibir una crítica más. La confusión llega a ser tan grande que no tiene posibilidad alguna de reacción y va perdiendo su autoestima.

El abusador no se interesa por los demás, pero quiere que los demás se interesen por él, disfruta con el sufrimiento del otro y destruyendo, logran afirmarse a sí mismos. Suele alcanzar buena posición económica, por su falta de valores, son inescrupulosos y pueden estafar, falsificar o cometer delitos contra su familia, si ésta es la proveedora de bienes para lograr su objetivo de vida.





4 comentarios:

  1. Josefina: excelente resumen del terrorismo familiar. Yo que he sido victima de un psicopata, fisica, emosional y economicamente, pense que separandome de él y recurriendo a la Justicia por mis derechos lograria vivir en paz, pues no fue asi, desde hace casi 13 años, sigo siendo victima de este perverso, emocional y economicamente, y se agrego otro perverso victimario. LA PROPIA JUSTICIA. Al no resolver, al denegarme justicia, me revictimiza junta a mis hijos, y todos sufrimos ahora por estos 2 perversos, somos abusados moral y patrimonialmente por ambos, se nos niega hasta un techo donde vivir, se nos niegan nuestro acceso a nuestras pertenencias, aunque se fijo una cuota alimentaria, nada hace la Justicia para que lo resulto sea realidad, que se paguen los alimentos atrasados desde 1996, y le sigue dando tiempo a este personaje para que se deshaga de los bienes que nos pertenecen.
    asi funciona el terrorismo familiar, instaurado por un loco, que al no poder doblegarte moralmente, te doblega desde el poder que le da el dinero y la justicia lo aprueba, lo aplaude, lo acompaña, mientras por el otro lado hecha por tierra con los derechos de los menores y las mujeres.
    Muchas gracias. Inés alvarez

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  2. Querida Inés hay vivencias de víctimas de violencia que ni al más creativo escritor se le ocurrirían.
    Pero la que describís es la realidad de muchas mujeres que deciden salir del círculo de la perversidad, por eso creo que hay que concientizar a la sociedad sobre los actos de estos "hombres" que disfrutan de los bienes, vacaciones y dinero que obtuvieron gracias a una pobre víctima que fue "usada".
    Cuando sea fuerte la condena social por realizar este tipo de acciones, recién ahí los hijos podrán ver la realidad, hasta tanto eso suceda, ellos seguirán pensando que su mamá es una fracasada tal cual se lo enseña el perverso.
    Un abrazo y que todo se solucione pronto!

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  3. Anónimo6/4/09, 9:55

    Yo soy un hombre de 43 años y con tres niños de menos de 7 años que está sufriendo el ataque de una perversa emocional.
    Mi mujer me maltrata psicológicamente, me pone a su amante ante mis narices 8ya es el cuarto), hace que yo parezca el culpable y destruye mi autoestima.
    Yo siempre he sido alegre y muy extrovertido, muy dinámico y con mucha seguridad en mi mismo.
    Después de 9 años de matrimonio, no me reconozco: tengo ansiedad, depresión y la autoestima por los suelos.
    Mi mujer me ha pedido el divorcio a lo cual no me opongo pero creo que los niños son muy pequeños y van a sufrir mucho. Yo he aguantado todo por los niños, para protegerlos. Ella los trata como si fueran adultos y les monta unas broncas de aupa, no sabe como manejarlos.
    Continuamente me cualpabiliza de todo, de las infidelidades dice que son el resultado de mi actitud. He tenido situaciones de llamarme la atención por dejar mis zapatos al pie de la cama, montarme una bronca increíble y tener ella 9 pares al pie de la suya!!!!
    Ella niega la existencia de su amante pero le puse un investigador y me lo confirmó, pues aún enseñándole las pruebas ella sigue negándolo.
    No hay forma de hacerla entrar en razón, me ha perdido totalmente el respeto.
    Yo la he dejado hacer para que la casa no fuera un campo de guerra pero lo que he conseguido es que ella se crezca mas y mas.
    Me preocupan mucho los niños, lucharé por ellos pero con la ley que tenemos me temo que se los darán a ella.
    Ella solo los quiere para quedar por encima de mí pues no sabe que hacer con ellos y son un estorbo para sus planes (sale montones de veces por la noche entre semana).
    Desde luego la descripción del perverso emocional encaja a la perfección con mi mujer y con la situación que vivimos.

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