sábado, 17 de enero de 2009

Arte y Violencia



Las heridas que quedan en el alma de quien ha sufrido violencia permanecen impregnadas en todos los actos de la vida de la víctima, aunque ya se haya separado del foco del dolor. Se trata de marcas grabadas a fuego en situaciones límite que infieren en su carácter y determinan su autoestima. La ayuda de un profesional apto para tratar temas de violencia familiar es imprescindible para suavizarlas.




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