domingo, 16 de mayo de 2010

Estereotipos y violencia en las relaciones




Comparto un interesante informe de "Educando en igualdad"




Un amor a tu medida. Estereotipos y violencia en las relaciones amorosas.




El mito del amor romántico que es un concepto fundamental en el imaginario occidental muy a menudo se muestra como trasfondo de la violencia de género. Su representación está diseminada en diferentes discursos, creencias, producciones culturales y audiovisuales que marcan las formas, los rituales, las actitudes que lo caracterizan y lo hacen reconocible. El amor ideal de pareja siempre ha sido entendido en término de diferenciación de los roles de género y se tergiversan fácilmente con la idea de posesión del otro.
A través de dos estudios de campo se aportan datos empíricos que muestran que los estereotipos de género y las creencias en los procesos de socialización pueden desembocar ya en la adolescencia en unas representaciones mentales que contienen el germen de las desigualdades sexistas y la tolerancia hacia la violencia contra las mujeres. Si conseguimos que los y las jóvenes detecten estos estereotipos de género y construyan nuevas creencias basadas en el respeto a la otra persona, podemos cambiar su forma de conducir sus relaciones, prevenir la violencia sexista, y lograr que las relaciones sentimentales de la juventud se construyan en términos de igualdad.


Coral Caro Blanco




Para la lectura del PDF, haz click en la imagen.








Fuente: Mujeres Jóvenes en el Siglo XXI
Coordinadora: Josune Aguinaga Roustan



2 comentarios:

  1. Cuanta buena info que tienen!

    Creo que revertir estos problemas sociales es responsabilidad y deber de todos. Debemos dejarle un mundo mejor a nuestras hijas e hijos.

    La violencia de género va mucho más allá de los golpes o agresiones físicas. La desigualdad laboral, la diferencia en los sueldos comparando generos y cualquier acto de dominación o sometimiento implican violencia.

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  2. Así es Gisel, entre todos debemos hacer un mundo mejor para nuestros hijas e hijos.
    Hace unos diez años era muy difícil hablar del tema o hacer denuncias, creo que hemos avanzado, pero no es suficiente.
    Hay mucho por hacer!

    Gracias por tu comentario!

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