Esta obra literaria es de Henrik Ibsen, un excelente dramaturgo noruego dotado de un indudable interés social.
Su vida se desliza entre 1928 y 1906. Época marcada por un pensamiento masculinizado. No obstante, Ibsen abogó en favor de la autorrealización de la mujer y del ser humano.
A pesar del tiempo transcurrido sus obras no han perdido vigencia.

En “Casa de Muñecas” Nora es el personaje central que, bajo leyes impuestas por la sociedad de la época, vive de la única manera permitida dentro de la “casa” y ejerce su papel con esmero hasta que comete un error. Cuando la catástrofe se desencadena, su angustia y desesperación son soportadas a solas. Pero Nora es en definitiva quien ayuda a todos al provocar el desenlace final.

Para quien no haya leído el libro, lo recomiendo porque es una verdadera joya de la literatura universal.

PD: Ibsen se inspiró en un hecho real de su entorno para escribir Casa de Muñecas. La historia de Laura Kieler anticipa casi paso a paso, la de la futura Nora. Laura Kieler pidió, sin el conocimiento de su marido, un préstamo. A raíz de ello, el caso tuvo un desenlace trágico: su esposo exigió el divorcio, perdió la custodia de sus hijos y a causa de los problemas nerviosos generados, Laura Kieler fue internada en un centro psiquiátrico. Ibsen tenía conocimiento de estos hechos mientras escribía el texto de Casa de Muñecas

La violencia puede ocasionar conductas erráticas en mujeres sometidas al estrés que ello significa. Los mecanismos de defensa desarrollados por una persona maltratada son complejos y muy variables, porque también los grados de abuso a los que se ve sometida lo son. Muchas veces se utiliza la simulación de placer o una excesiva admiración hacia el violento, otras se pone de manifiesto la incapacidad para decidir o pensar por si misma, para ganar a cambio un poco de ternura aunque sea por un momento.
Ella no sabe quién es ni qué quiere. No ve sentido a su vida, se siente incapaz y vacía sin él. Disimula sus sentimientos reales, realizando halagos constantes y a veces hasta sin sentido hacia su pareja. Puede también hacer uso de un comportamiento aniñado para tranquilizarlo riendo sin sentido, minimizando sucesos, o bien recurrir a un comportamiento mojigato, en que su mirada raramente se alza y permanece siempre dirigida hacia el piso adoptando una actitud distante hacia las demás personas que rodean a la pareja.
La psiquis humana sometida a violencia utiliza artimañas insospechadas para poder hacer frente al abuso.

Según mi opinión, de la misma manera en que hombre y mujer son fundamentalmente uno, en esencia también sus problemas deben ser uno.

En ambos el espíritu es el mismo. Ambos viven la misma vida, tienen idénticos sentimientos. Cada uno es complemento del otro. Ninguno de los dos puede vivir sin la activa ayuda del otro. Pero de múltiples maneras el hombre ha dominado a la mujer desde épocas remotas y así se ha creado en la mujer un complejo de inferioridad. Ha creído en la validez de la interesada prédica del hombre según la cual es inferior a él. Pero los profetas de la humanidad la han reconocido su igual.

Si yo hubiera nacido mujer, me habría rebelado contra cualquier pretensión del hombre de que la mujer ha nacido para ser su juguete. Mentalmente me he transformado en mujer para penetrar en su corazón. No pude penetrar en el corazón de mi mujer hasta que no me decidí a tratarla de manera diferente de la que acostumbraba, y de ese modo le devolví todos sus derechos despojándome de todos los supuestos derechos que me concedía mi condición de marido.

La mujer debe dejar de considerarse a sí misma el objeto de la lujuria masculina. La solución está más en sus manos que en las del hombre... Si la no violencia es la ley de nuestro existir el futuro pertenece a la mujer...

Mohandas Karamchand Gandhi

La situación cotidiana de violencia que sufren muchas mujeres por parte de sus parejas, tiene características de tortura. Los hijos varones introyectan las vivencias actuadas por los padres y aprenden a relacionarse violentamente con las niñas, colaborando así a perpetuar la violencia.