El Golpe
Y en un parpadeo llega, sin preaviso, sin destellos, deshonrando la piel, profanando la vida. Inaugurando un martirio. Y las lágrimas ruedan. Y las preguntas se agolpan. Y así el alma torna a transparente.
Ya no duele.
Un breve gesto anticipa el drama. Y explota una y otra vez, como un rayo potente... incontenible.
Josefina Dao
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