La madre es víctima... los hijos también
Vivir en una familia donde la madre es maltratada significa estar expuesto
a situaciones de opresión, control y a un modelo de relación basada en el abuso
de poder y la desigualdad.
La exposición a la violencia de género tiene un impacto negativo muy
fuerte en la vida y desarrollo de los hijos. Aunque no sufran los
abusos directamente, sólo presenciar malos tratos es un acto de violencia.
A
veces la madre víctima deja la totalidad del campo de acción y responsabilidad
del adulto en manos de su marido y los niños tienen como referencia a una sola
persona mayor: el padre abusador.
Cuando la madre abdica de su rol de adulta, no sólo priva a sus hijos de
una figura materna fuerte, sino que los deja sin protección frente a su padre.
Los niños se convierten así en víctimas invisibles que sufren en
silencio procesos que los marcarán para toda la vida.